Conectividad LoRa y NB: ¿Cómo envían datos leídos los dispositivos instalados en campo?

En un escenario tecnológico en constante evolución, la conectividad se ha vuelto imprescindible entre las soluciones, con especial énfasis en el Internet de las Cosas (IoT). En este contexto han destacado dos tecnologías: LoRa (Long Range) y NB-IoT (Narrowband). Ambos ofrecen formas eficientes de conectar dispositivos a la red. 

Los dispositivos se pueden comparar con “miniteléfonos móviles”: intercambian información con antenas cercanas y abren un canal de comunicación para enviar los datos.

A través de la modulación de espectro ensanchado, el señal lora Puede viajar distancias importantes, superando obstáculos y penetrando en zonas urbanas densas. Por tanto, el estándar LoRa es muy utilizado y requiere antenas propias. 

Si en una ciudad no hay antenas, se consulta con la empresa de conectividad para ver si están interesados en instalarlas. El tiempo de envío de datos es muy corto; Es una forma de ahorrar batería del dispositivo, que debería funcionar durante 10 años sin cambiar la batería.

Ya el Estándar NB-IoT, más reciente, utiliza antenas de telefonía móvil comunes en el estándar 5G. Así, ya cuenta con muchas antenas ya instaladas y tiene cobertura prácticamente en todo el país. Con esta tecnología es posible actualizar el programa de control del dispositivo de forma remota. Al igual que el Lora, realiza comunicaciones cortas y funciona durante 10 años sin cambiar la batería. 

Stattus4 ya funciona con ambos estándares, actualmente con NB-IoT para dispositivos de presión y LoRa para otros.

Estas tecnologías permiten que los sensores instalados en toda la red de distribución comuniquen datos precisos en tiempo real, proporcionando información valiosa al equipo de gestión de pérdidas.